A pesar de su reputación como un procedimiento de embellecimiento, el Bótox, o toxina botulínica, recientemente se ha encontrado un segundo uso como herramienta para el control del dolor crónico. Los médicos han descubierto que para una persona que sufre de dolor crónico de espalda, dolor de cuello, dolor facial o incluso migrañas crónicas, una visita a especialistas en Botox en Texas y Florida puede producir un alivio sorprendentemente rápido y efectivo del dolor que simplemente no responde bien a otros tratamientos
¿Cómo trata el Botox el dolor crónico?
Botox, o toxina botulínica, es uno de los tratamientos más fascinantes de la medicina moderna. Una proteína producida por ciertos tipos de bacterias, la toxina botulínica, en su forma natural, es una de las sustancias más tóxicas conocidas por el hombre. Décadas de investigación y un refinamiento cuidadoso de la toxina han permitido a los científicos comenzar a utilizar esta sustancia para bien, y hoy el Botox se usa de manera segura en millones de procedimientos, tanto médicos como cosméticos. La toxina misma funciona bloqueando un neurotransmisor llamado acetilcolina, que obliga a los músculos a relajarse; en dosis grandes, el Botox hace que partes del cuerpo se cierren por completo, pero cuando es administrado en pequeñas dosis, por un profesional capacitado, relaja los músculos de manera segura y local para suavizar las arrugas y enfocarse en las fuentes musculares de dolor crónico.
¿Qué Condiciones Médicas Puede Tratar el Botox?
Debido a que relaja los músculos, los médicos que manejan el dolor en nuestras clínicas en Texas y Florida encuentran que Botox es particularmente efectivo en el tratamiento del dolor crónico de origen muscular. El latigazo cervical, la ATM y el dolor lumbar, por ejemplo, responden bien al tratamiento con Botox porque el dolor a menudo resulta del estrés y la tensión en las fibras musculares, que a su vez ejercen presión sobre los tendones y las articulaciones cercanas. En estos casos, Botox fuerza a los músculos a relajarse, permitiendo que las articulaciones vuelvan a su posición natural sin dolor. La misma relajación muscular hace que el Botox sea un tratamiento efectivo para el dolor post-mastectomía: cuando se implantan rellenos temporales debajo de la piel en preparación para la reconstrucción posterior a la mastectomía, el músculo a menudo se contrae dolorosamente, haciendo que el mantenimiento del implante sea lo suficientemente prolongado como para que se logre implantar un pecho de aspecto natural, algo que resulta demasiado doloroso para algunas mujeres. Las Inyecciones de Botox se dirigen a la contracción muscular, permitiendo que los pacientes se recuperen rápidamente y con mucho menos dolor.
El Botox también está aprobado por la FDA como un tratamiento para las migrañas crónicas. Las inyecciones regulares en sitios específicos alrededor de la cabeza y el cuello pueden crear un alivio a largo plazo para los pacientes que sufren migrañas más de 14 días al año. Las inyecciones para tratar las migrañas crónicas usualmente se administran una vez cada 12 semanas por nuestros doctores en el área de Dallas-Fort Worth y, al igual que con otros dolores tratados con Botox, los pacientes generalmente comienzan a sentir efectos positivos en unos días.
¿Quién Es un Buen Candidato para el Botox?
Si una persona es un buen candidato para tratar el dolor crónico con el Botox es una decisión que debe tomar un médico con experiencia en el control del dolor, como los de Physician Partners of America en Texas y Florida. Alguien que goza de buena salud en general, pero que sufre de dolor crónico generalmente puede ser tratado con Botox, pero ciertas afecciones preexistentes, como miastenia grave, enfermedad de Lou Gehrig y trastornos nerviosos graves aumentan los riesgos de efectos secundarios peligrosos cuando se trata con Botox. Sin embargo, para una persona sana, los efectos secundarios son raros y usualmente leves, y Botox puede ser una fuente rápida, efectiva y minimamente invasiva de control del dolor crónico.
